La transformación del antiguo monasterio en Colegiata, al cambiar la regla benedictina que lo regla por la de la orden de Canónigos de San Agustín, se produce a mediados del siglo XII, época en que se edifica el templo actual, en estilo románico, que es el más amplio de la cornisa cantábrica.
Su estructura de tres ábsides y tres naves sigue el modelo de Frómista (Palencia) y del románico internacional que penetra en Castilla por el Camino de Santiago.